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Más animales, mejores seres humanos


Desde que tengo uso de razón me gustaban los animales. Creo que a todxs lxs niñxs les encantan! Hay algo asombroso en ellxs. Algo que nos mantiene tan pero tan enganchados que las primeras cosas que aprendemos a hacer ni bien comenzamos a hablar, es hacer los mismos sonidos que ellxs. Hacemos como el perrito “Guau, guau”, como el gatito “Meow, meow”, cómo el pollito “Pío, pio” y como mil animales más. Nos encanta que nuestrxs hijxs aprendan sus nombres, sus movimientos y sus sonidos. Es divertidísimo verlxs personificarlxs o debería decir: animificarlxs. El mundo animal está presenten en la vida de nuestrxs hijxs, tengamos o no tengamos mascotas en casa. Los ven en la calle, en el parque, en el nido, colegio, televisión, libros, cuentos, canciones, en la ropa, en sus zapatos, ¡EN TODOS LADOS! Es inevitable verlxs. Son parte de la creación, de nuestrx mundo, de nuestra vida.


Las nuevas mejores amigas


Entonces si es que lxs ven a lxs animales hasta en la sopa, es un poco bastante OBVIO que nos vayan a pedir, a nosotrxs lxs madres/padres, tener uno en casa.



Les cuento un poco mi experiencia. Viví desde que nací hasta los 12 añxs en un departamento pequeño y mis papás nunca nos dejaron tener perro 🐕 o gato 🐈. Mi viejita se moría por tener un perrito pero mi papá era el pesado que no quería. Entonces la solución era tener animales pequeñitos, cómo: conejo, hámster, pollitos y pecesitos. Animales tiernos pero bastante frágiles y con vidas algo accidentadas y cortas. Los hámsters, a pesar del cuidado que les dábamos, no pasaban de los 8 meses de vida, los pollitos igual, la historia de los pececitos es algo trágica de contar (mi hermano y yo vimos en la tele un capítulo de una niña que deja libre a sus pececitos pasándolos por el water jalando la cadena, así que eso hicimos 😞😞😞), teníamos 6 años! Mi mamá no se di cuenta y no sabía que teníamos planeado “Liberar a Willy”, así que cuando le contamos lo que hicimos casi se infarta, ya que era obvio que Willy no llegaría a su destino. Y la historia del consejo es aún peor! De la noche a la mañana dejamos a ver al conejo 🐇 y mi papá nos dijo que se había enfermado ... ¿Qué había pasado realmente? Se lo había dado a la linda Agripina (La Agri) para que lo cocinara con una receta que ella tenía. Mi mamá por supuesto ¡NI ENTERADA! Hasta que en la noche mi papá le sirvió el plato de comida y ella casi lo vomita, no porque estuviera feo, sino por la pena. Están claras que nos venimos a enterar de mucho más grandes y que simplemente odiamos a mi papá un tiempo no? Fue horrible lo que hizo, pero sus ganas de empujarse un conejo rico pudieron más. Fue muy triste enterarnos y pues nos desalentó la idea de volver a tener un animalito en casa. No nos duraban! Parecía que no estábamos destinado a tener mascotas en casa. Hasta queeeeee un día nos mudamos a una casota linda con jardín (no era muy grande el jardín, pero si lo suficiente como para tener un perrito). Mi papá se quiso reinvindicar con nosotrxs así que nos compró nuestro primer perrito! Un schnauzer, que tanto amamos y cuidamos hasta que le dio una terrible enfermedad súper común en los caninos, llamada Distemper. Hicimos de todo pero nada pudo salvar a nuestro primer hermano menor “Toby”. Solo recuerdo que su muerte fue una de las cosas más duras que nos tocó vivir como familia. Mi mamá no se paró de la cama en un mes y nosotros íbamos llorando al colegio. Mi papá no aguantó más y nos compró una schnauzer (necesitábamos “reemplazar” urgente a Toby), la casa era muy triste sin él. La perrita la llamamos “Dalma”, o más conocida entre todos como “La MamaChola”, así le puse yo con mucho cariño. La loki era mi prendedor, era como tener a La Sofis en perrito jajaja, no me dejaba ni para ir al baño, ella entraba conmigo a “mandar el fax” (if you know what I mean hahaha). Le encantaba que la cargara y hasta dormía conmigo en mi cama, mis siestas después del cole y de la universidad. Mi MamaCholita vivió unos hermosos 12 años con nosotrxs, ademas nos trajo al mundo a 6 hermosos cachorritos (uno lamentablemente nació muerto). Fue alucinante cuando ella eligió el closet de mi cuarto (yo tenía 14 años) para dar a luz ahí 💕. Para mí fue todo un honor, ya que las perras eligen el lugar donde se sienten más cómodas para traer a sus peques al mundo. Recuerdo que ella dio a luz en la madrugada y mi mamá (qué es experta en perros), la ayudo a parir. Fue locaso verla! De hecho una de las experiencias más alucinantes de toda mi vida. Algo que como niña/joven me enriquecería como ser humano. Poder tener una experiencia tan cercana con la vida y la muerte al mismo tiempo, es impresionante. Nos quedamos con una cachorrita, llama “Oprah”, más conocida como “La Popiropis”, otra vez, otro apodo puesto por mi jajaja. Amo jugar con los nombres. Era una schnauzer regordeta desde que nació. Siempre pensaron que estaba preñada, era delicioso abrazarla pero casi imposible cargarla. Nos encantaba que la casa estuviera posesionada por ese par de schnauzers locas, que en lugar de parecer perros, parecían personas. Todas nuestras visitas las amaban, les juro que eran dos personajes. Una, “La MamaChola”, era idéntica a mí y la regordeta “La Popiropis” era mi mamá reencarnada en un perro jajajaja. Muy gracioso.


Les presento a "La MamaCholita"


A lo largo de esos hermosos años vivimos sustos con ellas cada vez que se enfermaban. Todo se paralizaba e íbamos corriendo al veterinario para que las curaran. Eran un miembro más de La familia. Lamentablemente llegó el día en el que mi prendedor, La MamaCholita dijo: “Hasta aquí llegué”. Tenía un tumor en la médula espinal y tenía pocas probabilidades debido a su edad, igual el veterinario (uno súper renombrado, al cual no paso y nunca lo recomiendo) nos recomendó operar (seguro por el dinero porque era un gasto fuerte y evidentemente no quería perder ese bolo). La operaron, parecía que mejoraba. Me la pasaba día y noche metida en la veterinaria, yo ya tenía 25 años, haciéndole vigilia, en la veterinaria me decían que ya no era hora de visitas pero igual yo estaba ahí ayudándola a comer, acompañándola en sus últimos días. Ella me miraba con los ojos más dulces y nobles, que me recuerdan a los de mi hija cada vez que toma su tetita (díganme loca no sé). Me miraba como diciendo, “Por fin estás acá”. Cuando yo estaba comía toda su comida, hacía sus necesidades y parecía mejorar. Cuando yo me iba me decían las veterinarias que empeoraba. Era un suplicio para mi. Por eso yo quería quedarme a vivir hasta que le dieran de alta. Fueron días muy tristes y angustiantes. Recuerdo que ya todos me decían: “Déjala ir” y yo me aferraba a la fe y a la vida. Hasta que el veterinario que la veía me dijo: “Ya es momento de soltarla”. Cuando me dijo eso, pensé: “Esta bien”. Recuerdo que él iba por la inyección (me tiemblan las manos en este parte y lloro recordando todo como si fuera ayer) y mi hermosa MamaChola me miraba como diciéndome “Gracias”. En ese momento mi mamá sostenía su cuerpo y yo su cabecita y le comenzó a dar un paro cardiaco. Ella se dejó ir en nuestras manos. El veterinario llegó con la inyección (de mierda) lista pero mi reina ya se había ido por cuenta propia. Yo sentía que ella luchaba por mi, hacía todo por verme feliz a mí, pero ya su cuerpo no daba, y a penas yo sentí resignación ella simplemente me miró agradecida y se dejó ir. Les juro que toda esta historia fue de película. Nunca olvidaré toda esta escena teniendo de testigo a mis padres. Agradecí que ella se fuera solita y no dándole el gusto a ese veterinario inescrupoloso y con poca vocación con el que nos topamos, que hubiera estado FELIZ de ponerle la inyección y de sumarle más dinero a la cuenta que se nos venía. Por eso gracias MAMACHOLA! Eres una grande. Siempre serás mi primera mejor amiga. Muero por contarle mis historias con la MamaCholita a La Sofis. Muero porque mi hija tenga un perrito y pueda ella misma experimentar la hermosa pero gran responsabilidad que es tener una mascota, que viva las aventuras de su vida con ella, pero quisiera que solo viva lo bonito y no el adiós tan triste que es la perdida. Pero es parte de la vida y tendrá que vivir duelos y aceptar la muerte como parte de estar vivos.


Y ella la gordita "Popiropis"

Por ahora La Sofis juega feliz con una hermosa Bull Terrier llamada “Alka”, llena de dulzura y torpeza al mismo tiempo jajaja.

Es la perrita de mis papás. Ambas tienen una relación muy tierna y celosa al mismo tiempo. Me mato de la risa viéndola interactuar con ella, le da de comer, juegan, se empujan, compiten por la atención de todos en la casa, son un vacilón! Me encanta que La Sofis pueda crecer teniendo el contacto con un animal desde que estuvo en la panza, porque Alka, alias “Memenchu Mimu”(si, ese apodo también se lo puse yo), me acompañó durante todo mi embarazo y hasta tenemos fotos juntas luciendo a La Sofis dentro de mi barriga. A Alka ya ve casi diario en la casa de mis papás, ya que pasamos tiempo por aquí.


En conclusión mis Mombies Bellas💕, es que si tengan una mascota en casa. Les crea a lxs pequeñxs un gran sentido de responsabilidad, empatía y sensibilidad, que no te la dan los juguetes, pero si otra vida. Dejen que sus peques se ensucien jugando con el gato, o el perro. Déjenlos ser felices. Lxs niñxs criados con mascotas son niñxs más felices. Existen miles de estudios al respecto. Si tienen la posibilidad de tener uno. TÉNGANLO! Solo si tienen un presupuesto extra y sobretodo TIEMPO, ya que ellos demandan atenciones igual que un hijx

Más. SON LO MÁXIMO!


Nuestra actual hermana menor, Alka, alias "Memenchu Mimu"

Comentarios

  1. hola¡ acabo de encontrar tu historia y la verdad que hermoso¡¡¡,con respecto a la operación tengo una amiga que decidió no operar a su perrita porque el veterinario le dijo que la recuperación podría ser muy complicada,la perrita esta feliz hasta ahora.Yo no tengo hijos pero si tengo un perrito y un gatito a mi cargo,y dos gatos mas que ya son de la casa.Y leyendo tu post claro que si pienso tener una mascotihija cuando sea mama,es algo tan lindo sentir el amor incondicional que esos seres vivos te brindan,aunque los gatos parecen creidos,hahahaha,y claro que me gustaría que mis hijos sintieran ese amor y enseñarle a valorar y respetar otras vidas.Por cierto tu blog esta Muy lindo.

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    Respuestas
    1. Muchas gracias Laura por escribir y compartir en este espacio. Yo estoy convencida de que las mascotas nos hacen mejores personas. Desarrollamos empatia y respeto hacia otras formas de vida. Gracias por tus palabras y que lindo tenerte por acá.

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  2. wwwaaaauuu me mataste con ese apodo la popiropis ajajajaja ..
    es lindo y tambien demandaaaa uffff en mi caso mi suegra tiene un pequines ya avanzado de edad qe esta en casa y ahora nosotros hemos decidido tener un mastin napolitano "milk" (si la de dragon ball jaja) y es una jodida de miercoles pero tambien me encanta porque mi gorda es feliz alimentandolos a ambos cuidandolos y hablando con ellos, tiene un corazon para los animales que hubo un gato en la calle que a bandonaron y ella sin pensarlo dos veces saco comida en un platito y se lo dio y ahora vive en la casa y es una mascota mas para nosotros jaja en total con 2 perros (1 pequinez y 1 mastin napolitano ) y 2 gatos hembras .. la amo aunqye tambien reniego cuando hace travesura. pero el reniego se va en un segundo., es hermosa la experiencia que solo ellos nos brindan con su compañia. un beso mombie

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