Había una vez una panzita que le encanta bailar dia y noche. Moverse al compás de la música. Podía bailar desde música clásica, salsa, rock, hip hop, jazz, reggeaton, etc. No cabía duda alguna que la música y la panza eran mejores amigas.
Acompáñenme a ver esta linda historia:
Como les conté en mi primer post, soy bailarina, maestra de danza y de panza. Bailaba desde que podía ponerme de pie, al son del sonido de la licuadora de mi casa y de la Sopa de Caracol EHHH. Las canciones como La Lambada, Juana la Cubana y El Meneito fueron desde pequeña inspirando mi alma de bailarina. Era de las clásicas niñas que animaban las reuniones familiares y que me paraban en medio de todos a hacer show y como sieeeempre me encanto estar en el spotlight pues no me hacía bolas y le metía con furia mis pasos más achorados que podía hacer una niña, que a penas había aprendido a dominar sus extremidades (o sea recontra coordinado mi baile). Toda la época de Nido me la pasaba bailando en todas las actuaciones. Cuando preguntaban quién quería bailar era de las primeras en levantar la mano y me ponía a demostrar lo que mejor sabía hacer. Mover mi pequeño esqueleto al ritmo de la música noventera que tan paja era.
Tuve una época entre los 10 y 14 años que no quise saber nada del baile. Me convertí en mi propia antítesis. Era la clásica hater que rajaba y se burlaba de sus compañeritas que se atrevían a bailar en las actuaciones del cole. No sé qué bicho me pico pero me puse atorrantasa. Me hacía la que no quería bailar pero algo en el fondo mío si quería hacerlo. Supongo que era la edad (pre adolescente), época en la que no sabes que quieres, estás confundido, nada te gusta, nada quieres, no entiendes nada y nadie te entiende (época difícil la que me espera con La Sofis, felizmente todavía falta ufffffff). Bueno después llegue a la flor de mi adolescencia (14) y ahí me solté las trenzas y me volví la Britney Spears de mi prom. Entre a la escuela Dance Studio de las hermanas Cayó y me volví una Cayjto más (jajajaja de heeeeecho). Me encantaba ir a la escuela. Además conocí a varias amigas y sobretodo conocí el baile y el escenario en su real dimensión. Salí totalmente enamorada de la cuestión. Tuve la oportunidad de llevar un sin números de clases de baile de diferentes estilos entre los 14 y 28 años (antes de salir embarazada), en Perú y en otros países. Pude llevar mi carrera de Comunicadora y mi pasión de Bailarina a la par y siento que fue lo mejor que pude hacer (soy de las que gusta hacer mil cosas al mismo tiempo, sino me aburro rapidito).
Qué tipo de chamba danzistica no he hecho? A ver les cuento, desde bailar para eventos corporativos, dictar clases de baile para niñxs y adultos, activaciones para marcas conocidas en discotecas (ahhhhh si tengo mi lado bien Coyote Ugly), coreografías para concursos, novios, teatro, comerciales de tv, etc. Realmente un popurrí. Chambas en las que he tenido la oportunidad de generar mis propios ingresos desde los 17 años. Además de conocer a las personas más importantes de mi vida. El baile es y siempre será mi vida (junto con La Sofis claro!)
Entonces como comprenderán durante mi embarazo era OBVIO que no iba a dejar de bailar. Todo lo contrario, sabía que la tanto la música como la danza serían pieza clave para:
- Tener un embarazo activo y saludable.
- Tener una recuperación rápida después del parto.
- Tener la posibilidad de parir a una futura prima ballerina jajaja (por todo el mega estímulo que le metí a La Sofis)
Es entonces que pedí que me regalaran (la más conchuda), unos audifonos especiales para la panza. Son unos pads que se pegan perfecto en la panzita. Entonces tu y tú bebe pueden escuchar la misma música al mismo tiempo. Lo bueno es que el volumen de los pads de la panzita, eran más bajos para no aturdir al bebe. Antes de usarlos le pregunté al mejor gine del mundo (Eduardo, mi ginecólogo que es un FINO) y me dijo que si podía usarlos pero que no estaba comprobado que los bebes pudieran escuchar con tanta nitidez la música dentro de la panza. No le iba a hacer daño así que podía usarlos si quería. Ni bien me los entregaron me los puse en la barriguita y comencé a escuchar toda la música clásica que tenía en el iPod. Estaba feliz. Lavaba platos, tendía mi cama, barría, bailaba, caminaba, iba de arriba abajo con los audífonos
bien puestos. Después de un tiempito me aburri y dije: Y si le pongo un poco de reggeaton a La Sofis... vamo a vel qué pasa??? No creo que le haga daño... así que le metí Tego Calderon, Daddy Yankee, Don Omar y todo el reggeaton antiguo del bueno. Por supuesto que además de escuchar música, ya esto venía acompañado con su baile más no? Me afanaba y me iba hasta abajo (hasta donde me permitía llegar la panza). En resumidas cuentas La Sofis escucho absolutamente DE TODO en la panzita por 6 meses (los primeros 3 no los use por temor a aturdir al feto de La Sofis). Después le metí TODO lo que se puedan imaginar jajaja. AMO LA MÚSICA!
El mejor invento de todos los tiempos
Durante el embarazo tuve la hermosa oportunidad de tener a mi cargo dos salones de mini ballerinas en San Silvestre School. Fue locasa mi experiencia porque yo no tenía idea que estaba embarazada pero 3 de mis alumnitas me regalaban dibujos de bebes (encima eran bebés mujeres) y hasta una de ellas, un día vino a besarme la panza (que no tenía porque tenía 6 semanas) y me decía: "Miss vas a tener una bebita". Se me puso la piel de gallina, porque yo no había dicho ni una palabra en el cole, quería que pasaran los 3 meses hasta estar 100% segura de que todo iba correctamente. Lxs niñxs tienen un sexto sentido impresionante. Por supuesto que cuando les conté a las chikis la noticia todas estaban saltando en un pie de felicidad y más cuando les conté que iba a ser mujer. Me llovían los dibujos con dedicatoria y después regalitos para mi propia mini ballerina. Fue fascinante ser maestra de ballet de niñas durante mi embarazo. Sentía que algún día mi hija también sería una de esas chikis bailando con su tutu. Dictar clases además me dio la posibilidad de seguir activa, sobretodo por la flexibilidad que yo sabía que me iba a hacer bien para el parto.
La Mombie con 2.5 meses de embarazo
Ya casi cerca a los 7 meses y medio se me ocurrió hacer un video con otras 2 amigas que también estaban embarazadas. Una tenía más tiempo y otra menos tiempo que yo. Sin embargo las dos recontra valientes se animaron a bailar conmigo una coreografía de Beyonce y al final grabar un lindo video. Nos juntamos 2 veces en mi casa para enseñarles la coreo (fue al toque, la captaron rapidísimo). Entonces nos pusimos manos a la obra y grabamos en un estudio de baile donde yo dictaba unas clases de Sexy Dance (wajuaaaaaaa, esa es otra historia que también les contaré más adelante). Un amigo mío que es tromesaso nos grabó y edito este lindo video que comparto hoy con ustedes. Siempre quise dejarle un lindo recuerdo a La Sofis de su mami embarazada (con ella adentro). Debe ser alucinante ver a tu mamá bailar contigo adentro no? A mí me hubiera encantado ver a mi viejita mover el bote conmigo adentro suyo y verla lucir orgullosa su panzita, como lo hacía yo (aiiiiish ya me dieron ganas de tener panza de nuevo...NAAAAAHHHHH mentira!)
Panzitas bailarinas
Bueno entonces ustedes dirán... ya y a mi qué, que tu Mombie bailes y que hayas hecho tu videito, y que te creas la Beyonce de chacra. Epaaaaaa aguanta el coche, toda esta historia es para ACONSEJARLES DESDE EL FONDO DE MI CORAZÓN (a las que están embarazadas, a las que todavía no saben que están embarazas y a las que planean estarlo) que sean unas embarazadas ACTIVAS. Siempre en movimiento. No dejen de hacer deporte (previa consulta a sus gines). Yo durante el embarazo baile, hice yoga y natación. Cuál fue el resultado? A penas subí 11 kilos y los baje las primeras dos semanas sin exagerar. Además que tuve una recuperación rápida y efectiva y un trabajo de parto que parecía una competencia de 200 metros planos (o sea en un 2x3. Quizá algunas dirán que es suerte o que es hereditario, o es la Placentofagia o es lo que sea. Lo que si se es que el hecho de haber estado en constante movimiento me permitió quemar las calorías extra que consumía por el apetito voraz que tenía (porque comía que daba miedo) y porque me permitió estar con el físico necesario para el trabajo de parto y el parto. No sé si sabían pero dar a luz es el equivalente a correr 10 maratones. Entonces mis queridas futuras Mombies a pararse y menear esas caderas. Les aseguro que además de todos los beneficios que les cuento arriba, se van a sentir a gusto con ustedes mismas. Yo en mi embarazo me sentía una panzona ponedora la verdad. No apaguen su femineidad ni sus bellas curvas latino caribeñas por estar embarazadas. Todo lo contrario luzcanlas con orgullo.
Mi Sexy Panzita
Espero les guste el video y cuando quieran hacemos una master class con las panzonas sexys fans de este blog
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Acá puedes ver los videos de Youtube:
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